El centro de migrantes del Hotel del Pozo de Villaquilambre mantiene la acogida de refugiados

El centro de ayuda humanitaria temporal ubicado en el conocido Chalet del Pozo, entre Villarrodrigo y Villaobispo (municipio de Villaquilambre), continuará abierto al menos hasta finales del mes de mayo. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha decidido prorrogar el programa de acogida, lo que supone un giro respecto a la decisión inicial de cerrar sus puertas en abril.
Este centro, gestionado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, acoge centenares migrantes subsaharianos, principalmente de Mali y Senegal, que solicitan asilo internacional tras llegar a las costas canarias. Su apertura el pasado mes de junio se realizó en el marco de la fase de emergencia del sistema de acogida, cuando ya se informó de que tendría una duración temporal. Ahora, el Gobierno opta por mantener la actividad del centro, renovando el programa mes a mes.
El centro ha contado durante estos meses con una plantilla de una treintena de trabajadores sociales y una quincena de personal logístico.
Durante los meses que ha permanecido abierto como centro de ayuda, los migrantes han ido dándose el relevo una vez que cumplían el tiempo máximo de estancia al lograr que se aprobara su solicitud de asilo.
Los usuarios de este centro de ayuda humanitaria llegaban procedentes de Canarias con la documentación en regla y con esa solicitud de protección internacional, dentro de un programa que coordinaba la orden hospitalaria de San Juan de Dios.
Apertura con polémica
El centro abrió en junio en un antiguo lugar de celebraciones y eventos llamado Chalet del Pozo, con capacidad para 180 usuarios, en medio de una gran polémica vecinal. Hubo un momento en el que miles de personas se unieron a chats de Telegram y WhatsApp en los que se vertieron graves mensajes de odio, de racismo, de violencia y bulos.
Los vecinos se concentraron en numerosas ocasiones para pedir al Ayuntamiento de Villaquilambre que no permitiese su apertura. También el grupo municipal de Vox en ese ayuntamiento llegó a colocar carteles con mensajes xenófobos que pedían extremar la precaución en la zona.
Pese a la oposición vecinal, el único incidente que se ha vivido en estos meses fue una detención en febrero a un ciudadano senagalés de 31 años, patrón de un cayuco que llegó a la isla canaria de El Hierro en enero, por un delito de inmigración ilegal y omisión del deber de socorro y que se alojaba en ese chalet.
Meses después de su apertura, la solidaridad se impuso al brote racista y xenófobo con clases de historia o español impartidas por voluntarios y donación de ropa y bicicletas.
El futuro del Chalet del Pozo como dispositivo de acogida queda ahora pendiente de las decisiones que el Gobierno irá adoptando mes a mes, mientras se mantiene la atención a personas en situación de especial vulnerabilidad humanitaria.