Pinilla, el centro de salud que nunca se acaba: la empresa no entrega las obras ni en la prórroga del contrato de la Junta

El centro de salud de Pinilla, de 21.000 usuarios de los municipios de León, San Andrés del Rabanedo y Sariegos, nunca se acaba. La constructora leonesa García de Celis se vuelve a retrasar en la entrega de unas obras que debían haber terminado antes del 31 de enero y ni siquiera han cumplido con el plazo de la prórroga de tres meses que les dio la Junta de Castilla y León para hacerlo con la fecha límite del 30 de abril, ayer.
Los retrasados trabajos del rehabilitado, que no nuevo, centro médico que lleva cerrado cuatro años, continúan obligando a miles de personas a recibir atención sanitaria en unas instalaciones en alquiler en el hospital privado San Juan de Dios. Es más, el contrato entre la Sanidad Pública y la privada para hacerlo, por el precio de casi 10.000 euros al mes, vence el día 31 de este mayo, por lo que también va a haber que alargarlo.
La Junta ha reconocido a preguntas de este medio el nuevo incumplimiento y echa la culpa del mismo a “las lluvias”, que habrían impedido, según la administración autonómica, llevar a cabo la urbanización exterior del centro, que está sin hacer, tal y como se puede comprobar en las fotografías tomadas este pasado miércoles.
“La recepción de la obra de Pinilla está prevista para el 30 de mayo”, viernes, trasladan a ILEÓN, asumiendo también que “el contrato de alquiler de San Juan de Dios se prorrogará el tiempo necesario”, para “instalar el mobiliario”, sin especificar cuánto tiempo va a ser.
Lo que no se atreven a aventurar es cuándo se va a volver a pasar consulta en las instalaciones, porque después de recibir las obras e instalar el mobiliario todavía quedaría pendiente el traslado y la reubicar en el edificio del personal y las consultas. Y tampoco se menciona si se va a recuperar el reivindicado Servicio de Urgencias que en plena campaña electoral autonómica prometió “estudiar” la presidenta del PP de León y vicesecretaria nacional de Educación y Sanidad, Ester Muñoz.
Así las cosas, habrá que seguir esperando a ver si se produce una nueva visita del consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, y si en esta ocasión aporta algo de luz en el asunto y no como la última del mes de enero, o al final de la prórroga de la prórroga para conocer si esta vez la administración y la empresa cumplen los plazos o hay que ir a penaltis.

Cuatro años de Sanidad Pública pagada a un hospital privado
El pasado mes de abril, los pacientes de Pinilla cumplieron cuatro años yendo a las instalaciones de un centro privado para recibir asistencia de la Sanidad Pública. La Junta hizo el traslado de los servicios del centro de salud a San Juan de Dios después de llegar a un acuerdo económico con la entidad privada por el alquiler de una parte de su viejo hospital. Las condiciones eran 7.018 euros al mes, por dos plantas, durante un tiempo máximo de 18 meses en el que estaba previsto llevar a cabo unas obras que iban a estar terminadas en 2022. Como no fue así, ese primer contrato se prorrogó en los mismos términos hasta mayo de 2023.
Como para entonces los trabajos tampoco se habían hecho, al acabar mayo del 23 la Junta renovó el contrato con San Juan de Dios ampliando el espacio en ocho estancias más: con una sala de preparación al parto más grande que la que inicialmente les habían dejado, tres salas de técnicas (electro, espirometría y cirugía menor), una sala de reuniones, otra de usos múltiples, una oficina de administración y un almacén. Eso supuso, en consecuencia, una ampliación del presupuesto que pasaba a ser de casi 10.000 euros al mes, con fecha límite el 31 de mayo de este 2025. Unas condiciones que la Junta no aclara si habrá que renegociar ni hasta cuándo.
En estos cuatro años, la Sanidad Pública ha pagado ya cerca de 400.000 euros a la sanidad privada por alquilar unas instalaciones en las que seguir atendiendo a los pacientes mientras se ejecutan las obras del centro de salud que ya se consideraba “prioritario” hace más de una década y que, a pesar de las reiteradas peticiones de que se hiciese nuevo, se decidió remodelar, con la problemática y el encarecimiento que supuso.

Tres contratos para 'remodelar' el antiguo centro de salud
Cuando Sanidad vació el centro de salud de Pinilla para trasladar el mobiliario y su personal al hospital privado San Juan de Dios para prestar desde allí el servicio, la noticia fue aplaudida porque eso suponía por fin el inicio de unas esperadísimas obras. Era el mes de abril de 2021.
Contratas Vilor SL había aceptado unos meses antes, a finales de 2020, reconvertir en nuevo el antiguo centro de salud, por 2,71 millones, y hacerlo en poco más de un año, 14 meses. Pero antes de cumplir el plazo, cuando llevaban cuatro meses de obras, los trabajos se paralizaron al detectar un estado “muy deficiente” de los cimientos.
La empresa propuso entonces a la Junta reforzarlos por 260.000 euros, pero la administración autonómica le ofreció como máximo 90.000. No hubo acuerdo, la empresa abandonó el proyecto porque no podía garantizar la seguridad del inmueble y este quedó con las vigas al aire y las obras paralizadas hasta febrero del 2023, cuando las retomó la empresa Citanias SLU, a la que la Junta pagó más de 300.000 euros.
Una vez asegurada la estabilidad de la estructura, en noviembre del 2023, la administración autonómica volvió a retrotraer el proyecto al inicio y sacó a licitación un nuevo contrato para rehabilitar el antiguo centro de salud. Esta vez las obras se adjudicaron a García de Celis SL, una de las históricas firmas constructoras leonesas, que presentó la oferta más barata por 3,8 millones de euros, la única de las cinco que optaron al contrato que estaba por debajo de los 4 millones. Tanto, 420.000 euros menos del presupuesto por el que se ofertaba, que la Consejería de Sanidad le requirió hasta en dos ocasiones que justificara que iba a cumplir con la calidad de las obras y en el tiempo establecido, un máximo de 12 meses que ya se le ha ampliado dos veces, hasta los 16.

Una década de promesas incumplidas, hasta el final
En 2012, con los 'populares' Goyo Chamorro al frente del Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo y Juan Vicente Herrera de la Junta de Castilla y León, se acordó que la remodelación del centro de salud de Pinilla era una obra “prioritaria” y de urgente necesidad.
En ese momento no se fijó ninguna cuantía económica para las obras, pero se proponía que sirvieran no solo para acondicionar el centro de salud, sino que tendrían además como finalidad la incorporación del servicio de rehabilitación y fisioterapia, para reducir las listas de espera del Centro de Salud de Trobajo del Camino. Tampoco se puso ninguna fecha para realizarlas, más allá del compromiso de llevarlas a cabo “en el momento en el que se disponga de liquidez”.
Pero la liquidez no llegó por parte de la administración competente, y tras años de gobiernos autonómicos del PP, hasta la coalición de los 'populares' con Ciudadanos y la cesión de la competencia de Sanidad al partido naranja, en diciembre de 2020, tras la pandemia de coronavirus COVID-19.
Las críticas ante la propuesta de rehabilitar el antiguo centro de salud de Pinilla con menos servicios de los prometidos hace una década y descartando por completo hacer uno nuevo surgieron desde el anuncio de que por fin iba a haber obras en el edificio. Pero estas fueron aumentando con el paso de los años, la gestión chapucera de los trabajos y el sobrecoste millonario que están acarreando.
Por el medio, Alfonso Fernández Mañueco rompió el Gobierno autonómico de coalición del PP con Ciudadanos, echó a los consejeros 'liberales', entre ellos la encargada de Sanidad, y convocó elecciones anticipadas en la Comunidad. Fue durante la campaña electoral cuando la 'popular' Ester Muñoz se reunió con la Asociación de Vecinos del Barrio de Pinilla y les prometió estudiar que el centro de salud reabriese con un servicio de Urgencias que, a pesar de otra victoria electoral 'popular' en los comicios autonómicos, está a la espera de “valorarse”.
Sea cuando sea que ese momento se produzca, que por ahora no tiene fecha, será ya a mediados del 2025 y no antes de terminar el año pasado, como llegó a asegurar que se así sería el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, durante una visita a León hace ya casi dos años. En esa comparecencia tachó de “una tremenda irresponsabilidad y una manipulación dudar de la gestión de la Junta en este asunto”, en referencia a las obras de remodelación de un centro de salud que superan ya los cuatro años y un desembolso millonario, mientras sus 21.000 usuarios, de León, de San Andrés del Rabanedo y de Sariegos, siguen acudiendo a sus consultas de Atención Primaria al hospital privado San Juan de Dios.