Casi 800 personas aspiran a una de las 25 plazas de bombero que por oposición ha sacado la Diputación de León para intentar paliar el grave problema de personal que arrastra desde la puesta en marcha del servicio y los nuevos parques comarcales de la provincia, hace pocos años.
Tras el impulso de la convocatoria pública de los 25 puestos de funcionario como profesionales de extinción y rescate a finales del pasado ahora, y una vez concluido todo el proceso oficial, la institución ha cerrado la lista de aspirantes finales, que serán en concreto 785, tras excluirse a otros 43 por diferentes motivos.
Todos los puestos proceden de la oferta de empleo público de los años 2023 y 2024 y se enmarcan en la escala de Administración Especial, subescala Servicios Especiales, Servicio de Prevención y Extinción de Incendios (Sepeis).
Además, la Diputación ha nombrado ya los miembros del tribunal, con presidente, secretario y tres vocales, y establecido la fecha de realización de la oposición: el domingo a 11 de mayo a la una de la tarde en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales del Campus de Vegazana en León capital.
Cuando el proceso haya concluido, la plantilla pública del cuerpo provincial de bomberos habrá aumentado de golpe 60%, dado que su plantilla original, que nació con 40 profesionales, se había quedado muy reducida. Por un lado, era ya de base insuficiente para cubrir todas las plantillas y turnos, descansos, vacaciones y bajas de los cuatro parques comarcales existentes, los de Astorga, Cistierna, Valencia de Don Juan y Villablino.
Y deben llegar cinco nuevos parques intermedios
Teniendo en cuenta que en la plantilla también existían 20 plazas de cabos, se quedó raquítica la estimación inicial de que cada parque contara con diez bomberos y cinco cabos como personal que había de cubrir así las 24 horas y asumir con personal suficiente cualquier tipo de emergencia en sus zonas de acción.
A esto hay que sumar el elevado número de personal que, una vez conseguida la plaza, acabó por pedir excedencia para cubrir otros destinos que personalmente le convenían más, por condiciones laborales o cercanía a sus lugares de origen. Esto acabó provocando un altísimo coste en forma de horas extras para los profesionales dispuestos a hacer unas jornadas excesivas, y provocando incluso tensiones internas y sindicales. Problemas que con el tiempo no han hecho más crecer.
Hay que contar, además, de que este aumento sustancial de la plantilla debería ser suficiente para asumir con garantías de personal suficiente si se cumple el compromiso del actual equipo de Gobierno de poner en marcha en este mandato, es decir, antes del año 2027, los nuevos parques de bomberos, llamados de tercer nivel o 3A, más pequeños pero más cercanos a los territorios más aislados: los de Bembibre y Villafranca del Bierzo en la comarca berciana, Sahagún, La Pola de Gordón y La Bañeza.
Intentos gafados en busca de un 'cuadro de mando' estable
El gobierno provincial de PSOE y Unión del Pueblo Leonés (UPL) en el Palacio de los Guzmanes mantiene la esperanza de que con esta nueva oposición, poco a poco se restablezca la normalidad en la prestación de un servicio tan esencial como el de seguridad ciudadana. Porque ha supuesto un constante quebradero de cabeza atravesando una larga racha de infortunios y errores de cálculo que han impedido su estabilización, gafando incluso una jefatura estable del servicio. Desde que Pablo Bailón, su primer y único oficial jefe hasta la fecha, dejara el cargo a finales de 2023, tras apenas ocho meses en el cargo, la institución se ha visto obligada a recurrir a procedimientos urgentes para cubrir el vacío, optando por la libre designación con el objetivo de atraer profesionales cualificados de otras administraciones.
En abril de 2024 se abrió una nueva convocatoria para cubrir todo el cuadro de mando, incluyendo un nuevo oficial jefe, un oficial técnico y un suboficial técnico. Sin embargo, en junio el proceso se declaró desierto, lo que llevó a un segundo intento. Esta vez solo se logró cubrir la plaza de oficial jefe, que recayó en un teniente de la Unidad Militar de Emergencias (UME), pero en otoño, cuando debía incorporarse, se descubrió que no cumplía con los requisitos necesarios para dejar el Ejército, lo que frustró su nombramiento. Ante esta nueva dificultad, la institución optó por reactivar el proceso, con la esperanza de que alguno de los otros candidatos reúna finalmente las condiciones necesarias para asumir el mando del Sepeis. De momento no hay novedad respecto a esa nueva jefatura.