El nazareno en clave leonesa, juego de banderas

El Nazareno, con la cruz a cuestas, cara de suplicio permanente, la mirada perdida de quien, sumido en el automatismo de un humano estrés de angustia, camina hacia el fin; complementada con el gesto de su mano derecha que anhelante parece querer asirse en el aire..., es bastante más que la foto fija de la imagen del Protagonista de la Pasión, en Legio, es, para sus papones, según dice su himno: 'Padre nuestro Jesús Nazareno rey eterno de amor y de paz'…
Pues bien, el camino hacia Roma ya está emprendido. Y allí, darán lo mejor de su saber penitencial, procesionando al Nazareno con Dulce mecido, en eso no hay duda. La paz citada puede ir en el espíritu de los papones, pero el sentimiento compartido de ser leonés, alguien se encargó de enturbiarlo en los prolegómenos. El desestabilizador está en casa. Repasemos.
Sobre la coyuntura favorable que propició que pudiera participar este 'Paso' –¡Leonés!– titular de la Cofradía a la que da nombre, en una gran procesión el 17 de mayo en las calles de Roma, se ha escrito mucho y bien, aunque no todo.
Tal noticia para los leoneses, y por supuesto para mí, llevaba el sabor de lo tradicional de Semana Santa, patrimonial y de libertad; pero hete ahí que, lo que ya va sucediendo como norma: ¡Se produce la injerencia autonómica! sS deja sentir mediante el comportamiento patético de un personaje del ente autonómico, al parecer adiestrado en el empeño centralista de anteponerse a todo lo leonés.
¿La bandera autonómica?
¿Qué han estudiado para la ocasión? Pues sencillamente traer la bandera autonómica, que, al estar presente, mediante la autoridad que la otorgan en letra estatutaria, apaga a la leonesa en lugar y emplazamiento, en sentimiento ganado... ¡Nunca! Mas... ¡La trajeron y fue admitida!
El señor Quiñones, hay que decirlo, siempre un bien mandado consejero del ente autonómico, ha venido a León con la cuartelada, ésa, la impuesta, para que acompañe a los destacados por la Cofradía de Dulce Nombre a la magna procesión. Ignoro quien quiere que la porte. Y si encontrará paniaguado. El patetismo, antes dicho, queda recogido en las fotografías, donde le vemos sosteniendo la enseña con el señor Tejera, actual abad de la penitencial.
Quise entender, o que me desmienta el abad cuando esté libre, que estaba el ente autonómico empezando a cobrar los réditos anticipados, por la posible subvención para gastos de desplazamiento, si es que hubo petición, aceptación y promesa. No importa que fuera monetaria o en especie, en logística, válidas por igual. Pero en modo alguno, según mi interpretación leonesa de libertad, debería entrar a dominar también en nuestra dinámica cofrade. Últimamente se están dejando mucho ver los autonomistas del ente en las procesiones y hasta en la puja a cara descubierta para hacerse notar su supuesta autoridad.
La Junta no debería pintar nada. Pero siempre hay quien les da entrada. En este caso Tejera, el abad de Dulce Nombre... que debe darnos una explicación a los leoneses. Si se lo impuso Quiñones... fatal. Y si fue cosa de los dos, peor. Desde la perspectiva leonesa han enturbiado el acto...
¿Objeto de chantaje o ferrea 'dulce' presión?
En modo alguno se me había pasado por la imaginación que íbamos a ser objeto de chantaje, o si se prefiere más suave, férrea 'dulce' presión, a la cofradía del Dulce nombre, mediante un “aquí estoy yo y mando”. ¡Una gran desilusión! Nótese que estoy, de modo especial, buscando el entronque social o civil, y político, lo religioso es materia que merece otros cuidados o más altos vuelos.
Pero hay algo más: El freno político a lo que es mucho más que un eslogan, es una realidad: 'León, Cuna del parlamentarismo'. Tal expresión no quieren que sea más que un anuncio para andar por casa. Lucimiento de lo histórico leonés allende nuestra tierra, en Roma en este caso, por encima de los castellano dominante... ¡No lo pueden aceptar! Hay que entenderlo así. ¡¡Y no admitirlo!!! Esto es, o debiera ser objeto de denuncia por obstrucción a lo leonés, por supeditación y engaño... Estamos ante una suplantación histórica.
En Roma más de mil leoneses
Ya están consumiendo etapas del viaje, por tierra autobuses, por mar, embarcando en Barcelona en el ferry el convoy, camión y furgonetas, y arribaron a Italia, a Civitavecchia, Y por aire, desde nuestro aeropuerto, dos aviones con leoneses, papones o no –¡Qué importa eso!—, ahora todos hermanitos de Jesús…
En la Basílica di Sant’Andrea della Valle, está nuestro Nazareno, bien emplazado para el besapié.
En una fotografía que vi, de gran calidad artística, nos es mostrada su imagen en contrapicado hacia la hermosa cúpula. La mano derecha en un gesto 'nuevo', parece decirnos: ¡¡¡Tranquilos leoneses… todo va bien!!! Aunque, no sé, allí estaba el señor Quiñones, para lucirse y vigilar si ponían la cuartelada. También Monseñor del Rio, nuestro gran valedor, que ¡ha puesto tanto empeño, en que todo salga con devoción, brillo, tono y color leoneses. El alcalde legionense y nuestro obispo, De las Heras. Y por supuesto, banderas aparte, el abad de 'Dulce Nombre', el señor Tejera y su gran esfuerzo. Seises, braceros, músicos montadores…
Allí estaban las tres banderas, en el centro la de España, a la izquierda la autonómica, a la derecha la de León (legionense), destacada, a la vista del espectador.
Desde la Piazza Celimontana
Fieles a la hora, las XIV romanas, del 17 de mayo, se incorporan con nuestro Nazareno al desfile procesional del Jubileo. Es evidente que yo no podía vivir la emotiva tensión de los leoneses desplazados a la ciudad eterna, mucho menos la de los braceros, entrenados y sufridores, dando una lección de papones comprometidos; pero me sentía... ¡Tan representado! Como leonés, libre, sin ataduras autonómicas, viendo imágenes de nuestro Nazareno en la magna procesión, que por un momento.. ¡Hasta me olvidé de todo!
La presencia de nuestro paso, El Nazareno, junto al Coliseo, generaba imágenes, que no por esperadas perdían emotividad- ¡La iban ganando con el sonar de Anima Cristi! para un mecido preciosista, sobrio, majestuoso como requiere el 'Señor de León' como ahora gustan en decir.
Un apunte final para las imágenes de la procesión que hemos podido contemplar en televisión, cuando las luces añaden un nuevo efecto a los pasos y al entorno. El incipiente canto del himno al Nazareno, más el himno nacional atacado por la Agrupación Musical, que por cierto realizó un trabajo excelente, pusieron el broche de oro. Hasta el propio monseñor Del Río, con su teléfono quiso fotografíar el momento. Gracias por su papel tan decisivo.
Un feliz cierre: “¡Papones! Adentro con el Señor”. Y con un último esfuerzo, “paso a paso”, recogieron en la carpa al Nazareno. Ahora toca regresar. oca volver
Impactado, tan sólo puedo decir… Me reservo el derecho de opinar sobre comportamientos cofrades y resultados alcanzados en la ciudad eterna, la Roma que tiene ahora como obispo al Papa que ha adoptado nuestro nombre, León (XIV), por supuesto por otras connotaciones; pero ya nos conocía…